26 de septiembre de 2011

Un año más

Como cada año por estas fechas los cajeros de la ciudad cuelgan el cartel de "completo". No queda ni uno libre donde puedan refugiarse los temporeros que vienen a hacer el trabajo que nosotros o no queremos hacer o no queremos pagar.

Cada persona que pasa por delante de una plaza atestada de maletas con las pertenencias de toda una vida dentro se queja airadamente por la suciedad y el olor que desprenden, sin recordar que algunos de sus padres o abuelos tuvieron que soportar las mismas condiciones y miradas de desprecio en Alemania, Argentina, Chile, Suiza, Venezuela... que rápido nos acostumbramos a lo bueno y que pronto nos olvidamos de lo malo.