Régimen

Un gran filósofo, de cuyo nombre no quiero acordarme, dijo que "el estar a régimen no significa que no se pueda observar el menú". No le quito razón, pero en el contexto en el que se dijo la famosa frase habría que argumentar que las judías verdes no se van a enfadar contigo si te ven salibando delante de un chuletón de buey. Y aunque a que a muchos nos gusta seguir un régimen, y pese a que mis sabrosas judías verdes no se molestan tanto como otras cuando paso por delante de la sección de postres, a todos nos gusta ver como rezuma un solomillo recién sacado de las ascuas.

Rayo de esperanza

Ayer viendo la televisión, esos noticiarios que ayudan a dormir a las 2 de la madrugada, descubrí un rayo de esperanza en la raza humana. Un investigador de Colombia, Manuel Elkin Patarroyo, había hecho público un estudio que abría la puerta de par en par a la creación de vacunas para las enfermedades virales (VIH, dengue, hepatitis C...).

Pero esto no es lo que me iluminó. Esto, pese a ser un importantísimo descubrimiento, se quedaría en uno más bajo mi lente de observación si no fuera porque este gran hombre y su equipo han decidido compartirlo con la humanidad. Algo que debería hacer tantísima gente. No se ha quedado la patente para cobrar por cada inyección que se ponga alrededor del mundo, no ha decidido hacerse asquerosamente rico a costa de la salud de millones de personas escudándose en el sistema económico actual. Ha decidido compartirlo con cada ser humano que lo necesite.

Mil gracias Manuel y ojalá existieran más humanos como tú...

More London

Como algunos ya sabréis, por mi voz o por el blog de Justo, he gastado 4 intensos días de mi vida en la capital de todo el Reino Unido. Unos días en los que mirar hacia otro lado cuando cruzas la calle y en los que pagar con otra moneda. También en los que descubrir otras gentes y pasear por otras calles a las que no están acostumbrados mis zapatos. De dormir en el sorprendentemente cómodo sofá del chico que hace feliz a una buena amiga, que solo por eso ya se merece mi amistad. Y, por su puesto, de envidiar el civismo de sus habitantes.

No voy a decir que Londres es una ciudad de contrastes, porque, a parte de ser una expresión muy socorrida, todas lo son. Pero si que voy a decir que seguramente volveré porque, como dice la foto, me he quedado con ganas de "more London".