4 de abril de 2011

Droga legal


Las alegrías deportivas me han marcado este fin de semana. No suelo ser una persona que se emocione en exceso por este tipo de hazañas, exceptuando el día en que un joven de Albacete puso su sello en la historia deportiva del país, pero de un tiempo a esta parte suelen alegrarme casi como cuando aún no tenía derecho a afeitarme, ahora lo que no tengo es obligación.

Forma uno parte de ello cuando fotografía el júbilo de una gran cantidad de sus conciudadanos, las caras del público gritan emocionadas a sus heroicos atletas y eso hace que se metan en la cama con una sonrisa, olvidando lo demás. Realmente... es el opio del pueblo.

2 comentarios:

  1. Joder, pues yo, memos mal que no soy drogadicto....

    ResponderEliminar
  2. Oscar te entiendo perfectamente, para mi la pena que mi droga ya no la puedo volver a probar

    ResponderEliminar