He de reconocer que mi trabajo, generalmente, me divierte. Estoy en primera linea de todas las cosas, aunque realmente acabo por no estar en ninguna. Pero hay actos que, por sus características, hacen que los que trabajamos en ellos acabemos cerrando los ojos, parte para no ocupar espacio de nuestra memoria y parte para descansar de un largo día, más si el acto coincide casi con la hora en la que el sol se despide hasta la mañana siguiente.
Hoy hemos tenido uno de esos. Pero siempre encontramos la posibilidad de entretenernos buscando esas imágenes que nunca saldrán en los periódicos y que en la mayoría de los casos nunca verán la luz, más que para ilustrar una entrada de blog... que no es poco.
Vaya perfección de perfil tiene ese chaval
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