3 de enero de 2011

Feliz aire nuevo¡¡¡


En estos días en los que nos recibimos unos a otros como si fueramos anfitriones de una fecha, nos tenemos que acostumbrar a que nuestros cafés de media mañana, costumbre tán española como la siesta seguramente arraigada gracias a ese funcionario administrativo al que siempre buscamos en tán oportuno momento, tendrán que estar acompañados de aire limpio y sano o, como mucho, de un carlitos.


Yo, como fumador no muy compulsivo, veo una gran iniciativa en esto, ya que hará que incluso fume menos de lo que ya lo hago y mis pulmones agradecerán el gesto. Pero también creo que no hubiera sido necesario si muchos de los que fuman hubieran sido más respetuosos cuando tenían el derecho, y otros tantos de los que no lo hacen hubieran sido un poco más permisivos con sus conciudadanos.


PD: Si alguno de los lectores no sabe y quiere saber qué es un carlitos solo tiene que preguntar en prácticamente cualquier bar de Logroño y el camarero le solucionará la duda.

1 comentario:

  1. Pues yo como ex-fumador agradezco la medida en primer lugar ya que tras recuperar el olfato ahora da gusto entrar a los sitios, antes como fumador no me importaba por que no tenia olfato.Sobre todo el revuelo de la hosteleria el problema estaba en la ley anterior que unos dejaban y otros no,pero con esta medida esta soluconado ya que la gente va a seguir iendo a los bares fumen o no.

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