27 de enero de 2012

Un par de ruedas


La lógica laboral me obligó a comprarme una moto hace unos 4 años, pese a que por herencia materna siempre había renegado de ellas, e incluso maldecido cuando aparecían por mi derecha sin previo aviso. Buen rendimiento le he sacado y he de reconocer que práctica es. Pero lo que no me imaginaba cuando compré el mencionado vehiculo es que la conducción motera me iba a enganchar hasta el punto de convertirme en lo que algunos blogs entendidos llaman proto-motero, comprándome una custom y transformándome con mi barba, mi pelo largo, mi gusto por la cerveza y mis botas negras en una mala imitación, no buscada, del estereotipo de motero americano.

1 comentario:

  1. Hola guapetón. Que tal va el cigoto? Espero que Eva se encuentre mejor que bien. Tenemos una quedada pendiente para pasarte los archivos. Tengo una novedad, a ver que te parece:
    http://lafantasiaeslalocadelacasa.blogspot.com/

    ResponderEliminar